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  1. Williams Carlos Williams (1883-1962) nació, vivió casi toda su vida y murió en Rutherford (Nueva Jersey). Su padre, William George Williams, hijo de ingleses, se dedicó a los negocios en la vecina Nueva York; su madre, Raquel Hélène Hoheb, nacida en Puerto Rico, tenía ascendencia francesa y fue aficionada a la pintura.

  2. 7 de ago. de 2023 · Inspirado en poemas de William Carlos Williams – «La Rosa». En el jardín, una rosa se alza, sus pétalos rojos como el fuego, una belleza fragante y eterna, que a todos los sentidos recreo. Su aroma llena el aire, como una melodía en el viento, un regalo de la madre naturaleza, que embriaga el alma con aliento.

  3. 26 de jun. de 2017 · “El asfódelo, esa flor verdosa” es un poema largo que se compone de tres libros y una coda. Pertenece al volumen Viaje al amor, publicado por primera vez en 1957. Es una nueva etapa en la trayectoria poética de W.C. Williams, que está signada por graves problemas de salud. En 1948 sufre el primero de … Sigue leyendo William Carlos Williams. El asfódelo I. Versión de Gabriela Goldberg

  4. 31 de ago. de 2023 · A poesia de Williams, conhecido como WCW, chega ao Brasil em duas ótimas traduções. A Companhia das Letras lança "A Cidade Esquecida e Outros Poemas", coletânea selecionada a partir de 15 ...

  5. William Carlos Williams ( Rutherford, Nueva Jersey, 17 de septiembre de 1883 – ibídem, 4 de marzo de 1963) fue un escritor estadounidense vinculado al modernismo y al imagismo. Es especialmente conocido por su obra poética. Además de escritor, Williams fue médico y ejerció tanto la pediatría como la medicina general.

  6. El asfódelo: Aproximaciones a William Carlos Williams. Hablar de uno de los géneros abarcados por Williams, de su poesía o de su novela, por ejemplo, es hablar de toda la obra. Pero en fin; esto es, tal vez, lo que distingue al artista. "Encontrar la forma sin deformar el lenguaje": la lucha constante en su evolución como poeta, como el ...

  7. no porque seamos débiles. En la plenitud de mi fuerza. hice todo lo que podía hacerse. para probarte que nos amábamos, mientras mis huesos se rompían. porque no podía gritártelo en el acto. Del asfódelo, esa flor verdosa, vengo, querida, a cantarte. Mi corazón revive pensando.